Conoce nuestra historia
EDUCANDO DESDE 1.932
El Colegio C.E.D.E.S. nace en 1.932 cuando su fundador, Carlos Tercero González, inicia su actividad docente con un grupo de 4 o 5 muchachos a los que preparaba las pruebas de acceso al Peritaje Mercantil de aquella época; consciente del amplio campo que tenía por delante y convencido de que podía lograr importantes cosas en la educación en Albacete. Años más tarde, allá por la década de los sesenta, había realizado su sueño: había conseguido que el Colegio fuera conocido por la calidad de enseñanza que en él se impartía y por los excelentes resultados que año tras año iban cosechando sus alumnos.
De nuevo decidió que había que actuar de cara al futuro, y esta vez adquirió un gran solar en la Carretera de las Peñas (lugar donde se encuentra hoy el Colegio), en el que construyó un edificio destinado a internado para poder ampliar la capacidad del edificio de la C/ Pérez Galdós, dedicándolo íntegramente a colegio; a principios de los ochenta, con la llegada de los institutos a los pueblos de la provincia, se vio obligado a desmontar el internado, y el edificio fue remodelado para impartir en él los estudios de B.U.P. y C.O.U. (hoy E.S.O. y Bachillerato), quedando la E.G.B. en el edificio de la C/Pérez Galdós, en régimen de enseñanza concertada.antes innovaciones en el mundo de la enseñanza, invirtió todo su esfuerzo y sus escasos ahorros en alquilar un pequeño local de la Calle San Julián donde poder impartir la docencia.
Al poco tiempo ese local se quedó pequeño y decidió buscar un local más amplio y con mejores condiciones, en la antigua Plaza de la División Azul. Rodeado de un excelente grupo de docentes, continuó cosechando resultados extraordinarios y ello trajo como consecuencia la necesidad de volver a cambiar de instalaciones, pues éstas volvían a quedarse pequeñas; adquirió esta vez un edificio en la C/Pérez Galdós, y alquiló algunos pisos en alguno de los inmuebles cercanos, ya que era preciso más espacio para alojar en régimen de internado a algunos de los alumnos que venían de la provincia y de otras ciudades a estudiar en el Colegio; como anécdota, es reseñable el hecho de que, para poder hacer frente a la inversión realizada, durante los días en que se celebraba la Feria de Albacete, se aprovechaban las instalaciones dedicadas a internado, como fonda para feriantes, toreros, visitantes…

A su fallecimiento, fueron sus tres hijas las que continuaron con la actividad de la enseñanza, adaptando metodologías, instalaciones, ampliando etapas educativas y manteniendo el espíritu con el que su padre había dotado al colegio: educar a los alumnos para hacer de ellos buenas personas, además de transmitirles los conocimientos propios de los planes educativos.
También en ese momento, se produce la separación definitiva del colegio sito en la C/Pérez Galdós, que se cede al personal existente en régimen de cooperativa, dando cumplimiento a la voluntad testamentaria del fundador.
En la década de los noventa, se va incorporando el grueso de la tercera generación de esta familia a la actividad docente y empresarial, y combinando la experiencia con las nuevas ilusiones, se apuesta decididamente por la continuidad de la empresa familiar, de forma que en el año 2005 se abre el nuevo centro de Educación Infantil, y en el año 2012 se inauguran las nuevas instalaciones del centro de Primaria y el Pabellón Polideportivo.

Actualmente, los miembros de la tercerea generación seguimos impartiendo la docencia inspirados en el ejemplo, la ilusión y el tesón del fundador de nuestra institución, tratando de agrupar y coordinar a los mejores profesionales, para proporcionar a nuestros alumnos una formación personal y académica de la máxima calidad.
Muchos han sido los alumnos que han pasado por nuestras aulas, algunos de ellos personas de reconocido prestigio en el mundo de las Ciencias, la Política, el Periodismo, la Medicina…, a todos ellos nuestro más grato recuerdo y nuestro más sincero agradecimiento por la confianza que en su día depositaron en el Colegio, confianza que aún se hace patente al encomendarnos la educación de sus hijos, e incluso ya la de sus nietos.